Me gustan en todas sus versiones por eso cuando empece con el mundo del Fimo quise hacer un duende, uno mío especial y fue como llegaron los Duendi-gordis, que no serán los más bonitos pero son míos.
Tenía ganas de hacer un tarro decorado con Fimo y que mejor que darles una casa a los Duendi-gordis.
Me ha gustado mucho trabajar con el tarro de cristal y he apuntado fallos para el siguiente.
Si os gusta espero que me dejéis algún comentario, también me valen las críticas constructivas. Y si queréis os invito a compartir el post.